Tuesday, December 11, 2018

Psicopatologias


El uso y abuso de sustancias derivadas de la flor del opio está altamente relacionado al desarrollo de otras condiciones de salud, tanto físicas como mentales; de ahí el término ‘comorbilidad’. Entre las comorbilidades asociadas al uso descontrolado de opioides, una cantidad significante de las mismas muestran psicopatologías: signos o síntomas que se pueden encontrar formando parte de un trastorno psicológico. Aunque todavía hay mucho que se desconoce acerca de la adicción, si se sabe que no es una condición plenamente psicológica, si no que múltiples estudios confirman que ocurren cambios estructurales en los cerebros de individuos que utilizan opioides de forma crónica. A continuación, se van a discutir algunas de las comorbilidades asociadas al uso de opioides y a condiciones relacionadas al cerebro y a la función de este.

Cambios estructurales al cerebro (disminución de función cognitiva): 
Estos cambios estructurales varían, desde pérdida de materia gris, hasta cambios en ciertas redes neuronales, muchas de las cuales están íntimamente ligadas a circuitos de placer y a la percepción de dolor, tanto físico como social. Al perder masa gris del cerebro, ocurre una disminución de función cognitiva. Se entiende que se debe a que ciertos sistemas neuronales se ven afectados por el uso de opiáceos, pero todavía se requieren más estudios respecto a la correlación de la estructura y función de ciertas áreas del cerebro y su relación con el uso de sustancias derivadas del opio. 

Variabilidad de enfermedades mentales asociadas al abuso de opioides (depresión, suicidio y trastornos de personalidad): 
Los receptores opioides han sido implicados en la regulación de experiencias sociales tanto positivas como negativas. Desregulaciones de procesos opioides ocurriendo como resultado de experiencias sociales negativas muy probablemente contribuyen al surgimiento de desórdenes psiquiátricos, en particular depresión y comportamientos suicidas. Respecto a trastornos de personalidad (TP), numerosos estudios muestran que los TP son comunes entre los adictos, aunque en muchos se solapan conductas derivadas de la propia dependencia con las descriptivas de determinados TP, lo que dificulta su diagnóstico. Esto último es más evidente en el caso de la dependencia por opioides, donde el TP disocial es el mas notificado, seguido del de inestabilidad emocional.


Síndrome de Abstinencia Neonatal (NAS):   
De igual forma, estas comorbilidades no solo afectan a usuarios crónicos, sino que la progenie de madres usuarias puede sufrir de adicción a opioides y nacen con los síntomas de retirada que sufre un adicto a opioides. A esto se le conoce como Síndrome de Abstinencia Neonatal (NAS), que se define como un conjunto de signos y síntomas aparecidos al cesar bruscamente y de forma voluntaria o involuntaria, la toma de una droga, por parte de un consumidor dependiente. A través de las madres usuarias, los neonatos nacen con una dependencia a las drogas, en este caso a los opiáceos. Un niño con abstinencia de metadona puede presentar dificultades para dormir, ataques de epilepsia y un riesgo más alto de morir de sindrome de muerte subita del lactante. La abstinencia de metadona presenta síntomas después de 7 a 14 días. Si el niño es prematuro, tiene un riesgo más bajo de sufrir síntomas severos; se cree que puede deberse a que han tomado menos sustancia, a que poseen un sistema nervioso inmaduro o a que tienen un cuerpo adiposo de bajo espesor. Un niño nacido con síndrome de abstinencia en heroína tiene más posibilidad de ser prematuro de impregnación de meconio. La abstinencia de la heroína aparece entre las 48 a las 72 horas del nacimiento. Infantes que han sufrido de NAS son más probables de desarrollar trastornos de personalidad, acciones o personalidades antisociales, depresivas, e incluso hasta suicidas. Adicionalmente, en muchos casos se observa un menor funcionamiento cognitivo comparado a infantes que no sufrieron NAS.

Tratamientos: 
Permanecer en un programa de tratamiento de la dependencia de sustancias lleva a que los pacientes mejoren de los problemas derivados del consumo, independientemente de la modalidad terapéutica que se les ofrezca. Sin embargo, antes de eso hay que hacer una detoxificación, o ‘romper frio’, como dicen comúnmente. Luego de eso, lo más recomendable es una combinación de terapia profesional, programas de tratamiento y otros métodos, como el uso de metadona, para erradicar la adicción. La mejor combinación de tratamientos va a depender de cada individuo.

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